MICRORELATO 1
Allí vienes, arrastrando la compra y el cansancio. El viento
marca tus formas en el vestido; te miro con deseo, pero tú ni me ves. Los hijos no es que no te llamen, es que ni
siquiera te contestan y Manolo, lejos, sigue ganando carreras, rodeado de copas y
niñas preciosas que le besan sonrientes. ¿Qué has hecho mal? ¿Tendrías que
doparte tú también? Yo espero a que pases y sigo haciendo fotos.